BIENVENIDOS AL 18 HÔTEL PARIS


Un lugar decididamente único


 

 

 

 

Entre Montmartre y el mercado de las pulgas

El 18 Hôtel Paris

 

Aquí, en su querido distrito 18, Thomas Chaumette concibió el 18 Hôtel como un segundo hogar, organizándolo en  49 acogedoras habitaciones y un vestíbulo que invita a la relajación con su espectacular sofá Chesterfield tipo cachemira… ¡de 10 metros! Un lugar vivo que nunca duerme, donde se habla de amigos más que de clientes.


Situado en un nodo de comunicación, el 18 Hôtel es el lugar ideal para moverse por la capital o acceder fácilmente a algunas zonas importantes: el Estadio de Francia, la futura Ciudad Judicial de París, los estudios de grabación de la Plaine-Saint-Denis… así como el París de antaño, cuyo corazón late en el distrito 18 y sus alrededores: los mercados de pulgas de Paul Bert y Biron, la pintoresca y gastronómica Rue du Poteau y su mercado culinario con el encanto de tiempos pasados, la Rue Duhesme que lleva directamente al Sacré-Cœur tras un tramo de escaleras... y hacia la colina de Montmartre, que podemos contemplar desde nuestra habitación.

 


BIENVENIDOS AL 18 HÔTEL


Un lugar decididamente único

 

En el corazón del París de Poulbot

El 18 Hôtel Paris

 

Nacido y criado en el distrito 18 de París, Thomas Chaumette está al frente de un hotel de su barrio natal, ¡como no podía ser menos!

Sin embargo, nada parecía destinar a este hijo de actores famosos a dedicarse a la industria hotelera. Cuando decidió dejar de ser «el hijo de», Thomas ingresó mediante prueba de acceso en la exigente Escuela de Hostelería de Lausana, mundialmente conocida por su formación hotelera y por su habilidad para desarrollar talentos. Allí aprendió la excelencia, la creatividad, la hospitalidad, la apertura de mente y todo lo necesario para hacer que sus huéspedes se sientan únicos.

 

El 18 Hôtel es el fruto de la audacia de un hombre que siente y presiente, de un precursor, de un inventor… Gracias a la intuición de Thomas Chaumette, en el norte de la capital se dibuja el París del siglo XXI. Un París en mosaico, donde los negocios coquetean con el ocio, donde la modernidad hace un guiño a lo retro, donde la lentitud coexiste con las prisas, donde París rima con pueblo.